Meditación con Mandalas
Crear mandalas e interactuar con ellos, ya sea a través de la meditación o con la simple observación, abre puertas hasta el momento desconocidas, dejando que brote de forma libre y natural la sabiduría interior.
Crear mandalas e interactuar con ellos, ya sea a través de la meditación o con la simple observación, abre puertas hasta el momento desconocidas, dejando que brote de forma libre y natural la sabiduría interior.
En términos religiosos, el mandala representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. -
Ver post anterior y actual sobre Mandalas en
La experiencia de realizar un viaje espiritual en un lugar sagrado forma parte de una de las principales concepciones religiosas del budismo.
Así el mandala es un símbolo de crecimiento espiritual cuyo punto central es la mente.
La relación que se establece a través de la contemplación de la geometría del mandala incita a un estado de meditación que ayuda a explorar los rincones de la psique.
Los mandalas se describen como diagramas del cosmos en
un sentido externo y en un sentido interno como guías hacia prácticas de meditación.
En los escritos sagrados del Tibet se dice que durante la meditación uno debe contemplarse a sí mismo y a todas las cosas como un mandala sagrado.
un sentido externo y en un sentido interno como guías hacia prácticas de meditación.
En los escritos sagrados del Tibet se dice que durante la meditación uno debe contemplarse a sí mismo y a todas las cosas como un mandala sagrado.
La persona que está meditando tiene que situarse en el centro del mandala pensando que es como el buda y que se relaciona integralmente con el intrincado diseño del Universo.
Se puede ver a estas imágenes como un diagrama cósmico que nos recuerda nuestra relación con el infinito, que el mundo se extiende más allá de nuestros cuerpos y mentes.
Las cuatro puertas que rodean el mandala significan la habilidad de la espiritualidad para desplegarse desde el sitio sagrado hacia otros tiempos y espacios.
Los mandalas simbolizan realidades materiales e inmateriales en todos los aspectos de la vida: los círculos celestiales que llamamos Tierra, Sol y Luna, así como círculos de amigos, familia y comunidad.
El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación o el dibujo de éstos. En el primer caso, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor.
El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación o el dibujo de éstos. En el primer caso, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor.
El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.La meditación activa que realizamos a través de los mandalas nos abre las puertas al jardín del alma individual y el contacto con el espíritu universal.
Propicia el autoconocimiento, la auto-expresión y la curación de la fragmentación. En los tiempos de crisis en que vivimos nos permite hacer centro en nosotros mismos y expandir nuestra conciencia desde el mundo de lo separado y sin sentido al reino de la totalidad y la interrelación.
Así es cómo empiezan a brotar ciertas cualidades y actitudes que nos llevan a vivir mejor. A medida que trabajamos con los mandalas, podemos sentir cómo crece la paciencia en nosotros y disfrutar por esa semilla de paz que estamos sembrando en la conciencia de la humanidad.
La paciencia es el arte de aceptar que hay un momento para cada cosa y que cada proceso tiene su propio tiempo de desenvolvimiento; que no ayudamos a nacer a una mariposa si rompemos su crisálida antes del tiempo que necesita para su maduración ni favorecemos el equilibrio de nuestro trabajo si lo hacemos con urgencia y tiempos fijos.
Otra cualidad que se va desarrollando es nuestra capacidad de asombro, de ver cada instante con ojos nuevos y disfrutar así la vida más plenamente. También cultivamos una actitud de aceptación, con curiosidad ante el cariz que va tomando la obra que tenemos ante nosotros.
Otra cualidad que se va desarrollando es nuestra capacidad de asombro, de ver cada instante con ojos nuevos y disfrutar así la vida más plenamente. También cultivamos una actitud de aceptación, con curiosidad ante el cariz que va tomando la obra que tenemos ante nosotros.
Intentamos dejar de lado los juicios automáticos a los que somos tan propensos, esa cruel crítica con la que solemos desalentarnos a nosotros mismos.
Y desarrollar una actitud de desapego dejando libre, soltando, cualquier pensamiento, emoción o deseo que intente apoderarse de nuestra mente.
***
El Mandala Cura el Alma
Ún Abrazo con la Luz del Mnadala
Para Todos Ustedes!
Le Deja
María del Carmen García Lombardía
RRPP - maestra en ceremonial y Protocolo
Escritora - Correctora de Textos.
Coordinadora de Talleres de Literatura.
Artista Plástica- Profesora de Mandalas
***
Mis Blogs
www.walkto horizon.blogspot.com